Se pregunta toda la prensa extranjera y una parte de la doméstica sobre las consecuencias secesionistas de las pasadas elecciones catalanas; ya que teoricamente habrá una mayoría independentista en el nuevo Parlament salido de las urnas. Bien...no hay duda de lo que va a ocurrir. Tras el garrotazo sufrido por Mas a manos su electorado -que sin duda le hará restablecerse del estado de locura transitoria en el que ha estado sumido durante los últimos meses- el actual y futuro President ¡¿quién ha dicho dimitir?!se va a olvidar por mucho tiempo de sus planteamientos separatistas; aunque durante unas semanas tenga que disimular un poco y hacer como que lo sigue teniendo en agenda. Y va a ser así porque el mensaje enviado por los votantes catalanes es clar com l'aigua y el Molt Honorable, que no es tonto -aunque en las últimas semanas lo haya parecido- se habrá dado cuenta que el bodeguero del Penedés y la tendera de Esparraguera no está para ruidos independentistas, y le piden a D.Arturo que se centre en los problemas con la cesta de la compra y con las listas de espera. Es más, seguramente así lo hará -aunque ahora parezca imposible- con el apoyo del PP, ya que cualquier coalición con Esquerra haría imposible la gobernabilidad efectiva de Cataluña, y el PSC está solo para sopitas y jamón de york esperando su refundación. El adelanto electoral y la apuesta independentista han demostrado ser una gran jugada maesta de la política; digna de un Fouché, de un Maquiavelo, o de un Arriola; y quiero pensar que los inefables esrategas y encuestadores de CIU habrán recibido ya sus respectivas patadas traseras después del éxito de sus predicciones...pero de esto no hay garantía. Por cierto...bien por Ciutadans.