miércoles, 13 de febrero de 2013

Marco Rubio y Sports Illustrated

Recién jurado Barack Obama para su nuevo mandato, ya se habla en USA sobre quienes están llamados a sucederle en la Casa Blanca. Por el lado demócrata se diría que la muy solvente Hillary Clinton es la persona con más papeletas, siempre que no lo impidan sus incipientes problemas de salud;  mientras que por el partido republicano parece atisbarse lo que sería una verdadera revolución... Marco Rubio; un joven senador de ascendencia cubana que es la rising star llamada a retar a los demócratas en sus guiños a las minorias. El origen modesto del político republicano, su dominio del inglés y español, además de su inteligencia, conocimientos en política internacional, brillante oratoria y capacidad recaudadotoria para el partido, son grandes bazas para convencer no solo a los ya convencidos blancos, sino también a la creciente comunidad hispana, de que hay que reducir el tamaño del mastodóntico estado metomentodo y dejar a la empresa y a los individuos libertad de acción y decisión. Pero hete aqui que, cuando todo parecía ir viento en popa a toda vela para el Sr. Rubio, ha surgido un pequeño problema televisado que puede dar al traste con su tenderete electoral. Su atropellada réplica a Obama en el discurso del Estado de la Unión -incluyendo atragantamiento y recurso a un distante botellín de Evian para recuperar la voz- parece que puede convertir su meteórica popularidad en un simple flavor of the month... y a otra cosa mariposa. Pero ¡veremos! ... porque lo que solo saben algunos insiders es que el mal rato pasado por el ínclito lo ha sido por las sucias triquiñuelas de un malintencionado cámara de la Fox - mole demócrata  en la cadena prorepublicana - que en medio de la retransmisión de las palabras del Sr. Rubio le cambió el teleprompter por la portada y fotos interiores de la recientemente aparecida edición del Sports Illustrated Swimsuit 2013, lo cual hizó perder al senador por Florida - como no podía ser de otra manera- el hilo de su discurso y la serenidad de su palabra. Ello demuestra dos cosas: por el lado positivo, que el político hispano es de carne mortal como la inmensa mayoría de los humanos, lo cual debería jugar en su favor pues lo hace más cercano al Homer de Springfield, USA; y por el lado negativo, que puede mostrarse débil frente a las tentaciones de la carne, tal que un ya clásico Bill Clinton con Lewinsky o de un más reciente Bob Menendez con Switlana Buchyk; lo cual no resultaría para nada problemático en un político de la Europa mediterranea, pero si lo sería, y mucho, en cualquier país de anglosajonía.