viernes, 28 de septiembre de 2012

Radiografía del 25-S

La manifestaciones del 25-S, bajo el eufemístico lema de rodear el Congreso, han tenido un poder de convocatoria y asistencia medio/bajo; por contra, han contado con una cierta simpatía ciudadana; y, sobre todo,  han tenido una repercusión mediática -dentro y fuera de España-  muy, pero que muy alta. Entre los asistentes había un poco de todo, como en botica. Fundamentalemente se ha visto a gente descontenta con la situación política, con la situación económica, con los recortes, con la corrupción, con la partitocracia...Había estudiantes, parados, trabajadores...Había muchos jovenes, algunos mayores, muchos hombres, y menos mujeres...No se adivinaba para nada la presencia de la llamada gente de orden; aunque si había un Verstringe por ahí en medio...Se adivinaban discípulos de Bakunin, okupas, antisistema, marxistas-leninistas, ecologistas, antiPP, antiPSOE, proPSOE, antiseñoras de la limpieza, antitodo... Es decir un revuelto de muuuchos descontentos con algunos facinerosos y los habituales violentos, de profesión...reventadores; que convirtieron la inicialemente pacífica manifa en una tomatina de piedras y en una algarabía de palos y puños. Se acusa a la policia no solo estar infiltrada -como no puede ser menos- sino de ser la iniciadora y causante de los disturbios. Me cuesta creer que Jorge Fernandez y  Cristina Cifuentes puedieran ser tan torpes de haber dado esas ordenes; ya que es la imagen de violencia la que se transmite más allá de nuestras fronteras, ahuyentando inversores; y en consecuencia nadie menos interesado que el gobierno para provocarla. La policia, por su lado, ha hecho lo que tenía que hacer...es decir...repartir leña a distra y siniestra con contundencia cuando las cosas se pusieron feas; pues no puede permitir que se le escape el control de la calle en esta larga temporada de grandes rebajas que comienza; y en la que estas movidas -y cosas peores- se van a ver día si y dia tambien. Los políticos, en las alturas, siguen empecinados en ofrendarnos buenas palabras mientras echan leña al fuego del descontento; al enrocarse en su situación de privilegio y negarse a compartir las dificultades con la soldadesca de infanteria. Para muestra...los últimos presupuestos...para ellos...todo sigue igual ...