martes, 9 de octubre de 2012

El Mundo año 2013

Es verdad que la crisis es especialmente severa con España; pero también se hace machacona en el mundo y en Europa. La ralentización del crecimiento mundial nos obliga a admitir que la deflación -contenida en el año 2008- está todavía vivita y coleando; y ello ocasionará un bloqueo tanto en la actividad como en el crecimiento mientras no se consiga el desendeudamiento de las economías; lo que supone deberes para casa durante al menos un decenio, además de escribir un millón de veces  que prometo no gastar lo que no tengo. Contenida la recesión en un primer momento gracias al plan ecuménico planetario de relanzamiento pactado por el G20 en el 2008, las fuerzas depresivas salen ahora a la superficie con músculo renovado ante el agotamiento de aquellas políticas expansivas coyunturales; maniatadas ahora por el sobreapalancamiento de los países desarrollados, aplastados por una deuda del 105% de su PIB. Por ello, el crecimiento y el comercio internacional dificilmente progresarán un 2,5% en el año 2012 y un 3% en el año 2013. En los EEUU el relanzamiento se quedará  en un magro aumento del 2% en su PIB; y ello bajo una amenaza de 1,2 billones (1.200.000 m) de dólares en recortes previstos para el año 2013; a falta de acuerdo entre demócratas y republicanos para la reducción del déficit público. Japón vacila bajo el peso de una deuda pública del 230% (sic)de su PIB, salvada unicamente por su alta tasa de ahorro; un bombazo de relojería que podría explotar con el declinar de su modelo económico y energético; la aparición de su primer déficit comercial desde el año 1981, y  la imparable reducción de la tasa de ahorro nacional -tenedora del 94% de la deuda- a causa del envejecimiento de la población. Pero, si hasta aquí es malo, Europa es todavía peor; al acumular un estancamiento en el año 2013 a la recesión del 2012, un desempleo en masa y creciente , una grave crisis de las deudas soberanas, un hundimiento de los créditos bancarios, y un riesgo sistémico de explosión del Euro. Pero, para ahondar más en la herida, no pensemos que Occidente tiene el monopólio del crecimento raquítico. Con la excepción del Africa subsaharina - por fín con fuerte pujanza - la dinámica de la igualación de rentas entre países -en la que se sustentaba el milagro de los países emergentes- se queda sin aliento por las dificultades del mundo desarrollado y el aumento de los desequilibrios internos. El ritmo anual de crecimiento descenderá por ello en el 2013 del 10,5 al 7,5% en China, del 8,5 al 5% en la India, y del 5 al 2% en Brasil. En resumen, todo un panorama que en nada ayuda al comercio exterior español.