viernes, 19 de octubre de 2012

Emmanuelle

Nos ha dejado Emmanuelle, es decir, Sylvia Kristel...o a la inversa...porque una y otra eran lo mismo para el común de los humanos, y ese lo mismo significa...el icono erótico de los años 70...y hasta de los 80, si tenemos en cuenta que la película se mantuvo en cartel en los Campos Elíseos de París durante ¡15! años de forma continuada...sin dejarla de echar ni el día de Todos los Santos que se aproxima. El evento Emmanuelle supuso un giro copernicano en el tratamiento del desnudo y el sexo en la pantalla grande, y un cambio en el imaginario erótico de los jovenes y talluditos de la época. En la España del predestape - en que solo se permitia ver hasta las bragas grandes... y con reparo- conllevó las excursiones en autobús Alsa, y el primer turismo de masas, hacia la liberal Perpignan o hacía la entonces clavelrevolucionaria Lisboa, con el solo objeto de admirar al idem del deseo; imagen de la que ella lamentaba posteriormente nunca haber podido deshacerse, pero de la que ...para ser francos...fué algo más que un poco culpable, al grabar incontables y olvidables secuelas. .La influcencia en las fantasias sexuales del señor que pasaba por allí, son  mucho mayores de lo que un sociólogo o un sexólogo de quintas más recientes pudiera pensar; y así, la escena de torrido amor en el cuarto de baño de un Jumbo, se ha quedado registrada de tal forma en el disco duro del subconsciente ibérico, que cuando en la encuesta DUREX 2011 sobre hábitos sexuales,  preguntaban al señor de la calle Preciados sobre el lugar más extraño en que había hecho el amor...un 21% (sic) de los encuestados -jovenes y viejos, viajeros o no- contestaba que el cuarto de baño de un avión...pues ya puestos...¡imaginación calentorra y encuestas fiables al poder!....yo pregunto...¿solo un 21%?