jueves, 22 de noviembre de 2012

Francia AA1

Nuestros vecinos del norte acaban de perder la calificación aaa que Moody's les tenía concedida  a su solvencia deudora desde tiempos de la abuela; apenas transcurridos unos meses de haber perdido la idem de S&P. La pregunta que se hacen muchos grandes economistas es si esta degradación en el riesgo-país es el comienzo de una peligrosa pendiente - como pasó con España hace ahora 3 años- o si la cosa se quedará quieta parada ahí, con lo que los inversores seguirían prestando sus caudales a tipos de interés historicamente bajos. Las razones para temerse lo peor -según apuntan los estudiosos- son varias... pero fundamentalmente: la  ausencia casi total de reformas económico estructurales en los últimos 20 años, con la consecuente perdida de competitividad y cuotas exportadoras frente al resto de paises europeos; el inmenso gasto del estado, que supone un 54% de su riqueza, o lo que es lo mismo, liderazgo mundial en este indeseable departamento; un inmaculado record negativo de déficits en carrerilla desde el año 1981; unos niveles impositivos a la cabecita de la OCDE; un desempleo superior al 10% que alcanza el 25% en el caso de los jovenes; y un sistema educativo manifiestamente mejorable. En resumen; una Francia anquilosada. Los lugareños,  pourtant, dicen que están muy bien como están, y que no tienen necesidad de cambiar...que ellos son la crème de la crème de los paises desarrollados... que tienenen un magnífico nivel de vida y una sanidad eficiente... que tienen más hijos y son más machotes que en ningún otro país desarrollado...que no les faltan magnificas carreteras y TGVs y grandes empresas líderes mundiales en sus sectores, incluyendo el gran lujo... que trabajan solo 35 horas a la semana y se jubilan a los 62... que tienen un Petrus 1990 para los ricos que quita el hipo y un beaujolais nouveau para los pobres que te da mucha alegría; presumen de un Ducasse lleno estrellas michelin y unas baguettes y unos quesos de cabra para chuparse hasta el meñique; hablan con fierté de un filósofo llamado Derrida al que nadie entiende y de un escritor llamado Houellebecq al que todos pueden insultar sin cortarse un pelo; tienen además una clase dirigente magnificamente formada en la ENA, la Polytechnique y la HEC; y un cine alegre y saludable para darle en las narices a los americanos exportándolo a toda la numerosa comunidad bobo del mundo...y además...tienen París...y además...a Laetitia Casta. C'est à dire, razones más que suficientes para que se sientan orgullosos y se pregunten por qué les cuilles hay que cambiar algo. Y ahí es donde se equivocan. Tienen que cambiar porque el mundo entero evoluciona, y para quedarse igual no vale con quedarse quieto. Hollande parece que va cayendo en ello y, aunque le da pereza con el calor que hace, se va a poner manos a la obra...no tiene otra.