martes, 6 de noviembre de 2012

Super Woman

En este más dificil todavía que la mujer del siglo XXI se ha propuesto sea su existencia de diario, donde tiene que ser femenina y fuerte, dulce y agresiva...todo combinado y a la vez; donde a la par que preparar el informe mensual de ventas para la Zona Norte, tiene que cocinar los mejores spaghetti carbonara de la urba; donde además de finalizar la presentación de power point para la reunión de mañana a las 9, tiene que ver Bob Esponja con los niños hoy hasta las 10; donde tras hacer jogging, pilates y yoga, pasar la aspiradora y quitarse el mandil, tiene que ponerse el tanga para solicitar de amores a su yacente y agotado marido...¡sexo es salud!. En este cotidiano... donde ella además de ser las más hacendosa de la casa tiene que ser la más guapa y brillante de la ofi...en que ella solita con su mecanismo intenta hacer -en bien hecho- todo lo que antaño hacían el hombre y la mujer por separado. En este nuevo entorno femenino, al que el hombre intenta cachazudamente no ser arrastrado, diciendo que él no, ¡que él solo esta viendo la tele!, ¡que le dejen terminar su cerveza!...  la mujer ha decidido que.... además de ser responsable trabajadora y amante madre, además de ser elegante señora y carnal esposa, todo junto y al mismo tiempo; además de ser inteligente, eficiente, guapa, delgada y macizorra, todo en uno; ...por si fuera poco y alguien dudase de sus capacidades, ha decidido - de motu proprio y sin que se lo imponga nadie que para eso está ella-  ir un paso más allá... ir a por el non plus ultra de la modernidad...equilibrismo, multipolaridad, magia, ¿imposibilidad?... pues no...para la mujer actual, profesional y triunfadora, nada es imposible...ni tan siquiera...¡estar tan cuerpazo al mes de ser madre como lo era antes del embarazo!, y además...¡dando pecho!...¡toma del frasco carrasco!...¿quién ha dicho límites?...La novedad, que sin duda marcará tendencia, empieza por las modelos tipo imposible cual Alessandra Ambrosio y actrices género bombita sexual como Elsa Pataki, para descender luego ineluctablemente, ya transformada en uso, a la nueva clase social wonder woman. Todo ello para hacer la vida todavía un poco más facilita a la mujer del futuro, y de paso al hombre que descansaba tranquilamente en el sofá.