jueves, 14 de junio de 2012

El caso Dívar

Una vez sabido que el Excmo. Sr. Carlos Dívar no ha cometido delito con sus viajes combinados  negocios/placer por parte de España y del extranjero, aunque principalmente por Marbella; nos queda opinar a nosotros sobre lo que debe hacer...me refiero a si debe dimitir o no. Personalmente no parece de recibo que alguien cargue al erario público, como gastos del mes, viajes a todas luces privados, tal que hacía el señor Dívar. Otra cosa - no nos engañemos - es que eso era/es práctica habitual de políticos y altos puestos de la administración, que veían/ven en esto una forma de retribución en especie, permitida por el vacio legal,  a sumar a sus - según ellos - magros sueldos oficiales. El problema es que en este caso al que le ha tocado quedarse con el palito del helado es al presidente del CGPJ y ...se siente...no tiene otra que decir ¡ adiós, muy buenas!  El lo considerará fuera de lugar, ya que todo el mundo lo hacía/hace - incluso sus compis del Consejo - y no era/es ilegal; pero la imagen del Poder Judicial se está viendo dañada de tal forma, que no tiene otra alternativa; por mucha bilis que tenga que tragar y aunque lo vea injusto.  En el paquete del finiquito le debería acompañar sin más dilación el impresentable Sr. Gómez Benitez, su delator, no por tal, sino por la evidente mala fé con la que ha actuado - dejandose llevar por rencores personales - sin importarle nada, pero lo que se dice nada de nada, la imagen de la institución de la que forma parte. El Sr. Benitez sabía, a todas luces, que lo que denunciaba no era/es delito, pero en lugar de discutirlo y resolverlo de forma interna - gesto que hubiera sido encomiable pues demostraría sincero interés de mejora - lo llevo torticeramente a la prensa llamando además a toda la trompetería, no fuese a pasar desapercibido. Merece una patada también...o quizás dos.