Muslos de tenista

No me refiero a los perniles de Nadal y Ferrer, que juegan mañana una de las semis de Roland Garros, no; me refiero a las piernas longilineas de Maria Sharapova o de Caroline Wozniacki...que da gusto verlas. Ya desde los tiempos de Kurnikova - novia de Enrique Iglesias - es cosa perfectamente sabida por las agencias de control de audiencias, por los anunciantes y por los organizadores de torneos, así como por las propias participantes del circuito femenino de la WTA - aunque sea totalmente negado por los sectores feminista, bienpensantes y politicamente correctos de la sociedad - que las excepcionalmente altas audiencias televisivas del tenis femenino, en más de un 80% compuestas por  público masculino, no se deben a la belleza de los passing shots de la Vicario o las dejadas de Amelie Mauresmo, sino al deleite que encuentran los machos testosteronados en la observación de unos pibones - tal que Ana Ivanovic - con piernas tan interminables como cortas son sus faldas, corriendo cual ninfas por una pista de tenis. Y lo que es más importante; todo ello, sin tener que dar explicaciones - incluso con el beneplácito - de la parienta que tienen al lado; quién por su lado no alcanza a comprender por qué gusta tanto a su hombre el tenis femenino. Antes de que alguien se me escandalice o dude de esta tecnicamente probada - y politicamente silenciada - observación...apunto otra cosa...¿ por qué será que el deporte femenino con más audiencia en los JJOO es el volley playa ?