Ratita
Saénz de Santamaria nos dice una vez más que hay que apretarse el cinturón un agujerito más y también rascarse los bolsillos y declarar esos euritos que tenemos por ahí perdidos; que
Papá Estado tiene mucho gastos y nosotros tenemos que proveer, que para eso estamos, ¿ o qué nos habíamos creido ?... palo al mono que es de goma. Pero, aunque seamos paganos, no nos debemos sentir mal, por que como con insistencia nos recuerdan los políticos, ellos también se sacrifican y no paran de recortase sus ya de por sí raquíticos sueldos; y sobre todo.... que nos se nos olvide nunca...pero nunca...que ellos podrían estar forrandose en caso de estar fuera de la política; ya sea en la empresa privada, en sus negocios o en sus despachos. Bien... pues vamos a decir un par de cosas; en primer lugar... que es dudoso que los políticos fuesen a amasar fortunas de no ser sacrificados servidores de la plebe, eso estaría por ver, y yo más bien pienso que, en la mayoría de los casos, sería lo contrario; segundo, es totalmente falso que los puestos políticos estén mal remunerados; ocurre, eso sí, que la parte mollar de la retribución es en especie - gastos de representación, recibimientos con banda, mucha moqueta y grandes despachos, poder, gente poniendose firme cuando entran en la sala, muchos y serviles subalternos, reconocimiento público cuando van al cine, mucha presencia en el periódico del lugar, etc,etc,etc - que más que compensan un ajustado peculio. A ello hay que añadir que la retribución de los políticos es fundamentalmente diferida, ya que es gracias a los contactos hechos en su etapa de politicos activos que pueden llenar la hucha cuando se dedican a sus labores. Así que por favor, nos nos vengan con el cuento de sus sacrificios.
