Nueva muestra del renacimiento del cine francés. Magnífica película; tan agradable como bien facturada, tan divertida como sería, tan entrañable como optimista. Como si de una novela de Green se tratara nada es blanco o negro, bueno o malo; sino que como en la vida real todo son tonos y matices.
El argumento - aparentemente basado en una historia real - resulta creible aunque improbable. Un desempleado de cité se descubre a sí mismo y hace renacer las ganas de vivir de un tetraplejico multimillonario, con sus rudos cuidados, ausentes de toda consideración empalagosa.
Los actores, soberbios; Omar Sy simplemente esplendido en su papel de joven inmigrante, pasota y desengañado, pero con buen corazón. Francois Cluzet está perfecto en su papel de arístocrato harto de vivir. La secretaria, Audry Fleurot,... todo un placer para la vista.
Ni una concesión a la sal gorda; ni un permiso a la violencia. Como si la película fuese hecha pensando en el público adulto y no en los adolescentes que llenan las salas y esclavizan los argumentos. La recomiendo.
