domingo, 22 de julio de 2012

El Rey, nuevo director comercial

Tenemos al Rey por esos mundos de Dios - sin dejarle decansar y reponerse de la cadera - en plan de viajante de comercio; con las maletas llenas de muestras de aceite de oliva y botellas de Rioja, presentaciones en Power Point sobre el Madrid olímpico, catálogos de maquinaria pesada de Alsasua, folletos turísticos de la Costa Blanca, y boligrafos y mecheros con el logo de Pescanova.  Ahora le ha tocado visitar Rusia, donde ha intentado colocar al presidente Putin  y al primer ministro Medvédev, tanto un tren de alta velocidad entre San Petersburgo y Moscú, como unas fábricas de Donuts. Esto, que a primera vista puede parecernos correcto, tiene sus inconvenientes. Primero, que acabemos perdiendo el respeto al jefe del estado, abusemos, y terminemos tratándolo como a un jefe de ventas cualquiera; con sus objetivos mensuales, incentivos, listados de prospectos, pipelines de ventas y todo el matalotaje comercial; y por otro lado... que haya empresas  que se sientan agraviadas, y no entiendan por que nuestro monarca hace labores comerciales gratis total para Acciona o Talgo y no lo haga para su Queso el Ventero o su Pan's and Co....pongo por ejemplo. O lo que es más peligroso...ya puestos ¿ por qué no ponerlo a hacer una campaña de venta telefónica y nos ahorramos los viajes? Es una cuestión de tamaño y de sentido común, me dirán; pero la dificil distinción entre los intereses generales del país y los privados de algunas empresas, pueden llevar a confusiones peligrosas. El Rey debe centrarse en vender la marca España - favoreciendo con ello a todos los productos y servicios  españoles - más que a empresas determinadas.