viernes, 6 de julio de 2012

Victoria's Secret Angels

Guerra abierta entre la firma de cosméticos Dove y la firma de lenceria Victoria's Secret con motivo de los aparentes excesos en el retoque fotográfico a que - en las campañas publicitarias - somete el fabricante de tangas y picardias a sus modelos; aplanando vientres, reduciendo muslos y minimizando glúteos - los pechos parece que por ahora se libran - hasta dejarlas como si llevasen cuatro semanas a base de coliflor cocida y agua, y otras dos semanas más sin la coliflor, lo cual, por otro lado, seguro que es así. Mientras VS apuesta por una mujer superdelgada, sin un gramo de grasa que pellizcar y con las turgencias justas a donde agarrarse,  la estrategia marketiniana de Dove lleva años defendiendo lo que denominan belleza real, que traducido a las fotos publicitarias quiere decir, buenorras con  un mínimo esbozo de michelín por aquí y una pizca de celuliitis por allá, pero todo muy medidito... y sin pasarse... con lo que de real también tiene muy poco. Puede que en las fotos de alguna campaña las modelos de VS estén excesiva y artificialmente adelgadazadas, pero lo que es en las pasarelas y en la playa, ya digo yo en nombre de todo el género másculino y sin temor a equivocarme, para que quede claro y no haya dudas de ningún tipo al respecto, que están que lo rompen; aunque también serian aceptadas - sin reproche  ni reparo de ningún tipo - si engordasen unos kilitos. La verdad es, que causa extrañeza en el varón, esa obsesión tan femenina con la delgadez extrema; cuando todo el mundo sabe perfectamente - y si no lo sabe, ahí está un estudio de la Universidad de Virginia  para contarselo - que a los hombres nos gustan las mujeres con todas las redondeces bien puestas. La explicación a este desencuentro habría que buscarla entonces en algo que resulta contraintuitivo; como es que al bello sexo le preocupa más bien poco lo que de ellas piense el hombre, pero si lo que piensen otras mujeres. El Dr. Lombard de  de la Universidad de Nueva Gales del Sur, dice que no, que nos es eso, sino que simplemente las feminas miden  mal, y aunque saben que los hombres tienen debilidad por las curvas y desean complacerles, siempre se quedan cortas en sus cáculos.